Nadie nos obliga a ser hombres de uniforme, somos nosotros los que decidimos servir a algo mas grande que nosotros, pues el sufrimiento de unos pocos es la gloria de muchos. No luchamos por matar ni matamos por luchar, luchamos por servir aquello que mas queremos, nuestras familias, nuestros amigos, nuestra tierra. Nadie nos obliga a ser hombres de uniforme, somos nosotros los que sabemos que la felicidad de muchos depende del sacrificio de unos pocos. Somos nosotros, aquellos que dan la espalda a su juventud, aquellos que desean no tener vida propia, aquellos que sacrifican su familia y su diversión en pos de un algo mas grande que uno mismo, algo tan grande que muy pocos están dispuestos a hacer este trabajo, a cargar sobre sus hombros tan ardua responsabilidad que es defender esta patria y a todas sus gentes desde la oscuridad para que la tierra siga amaneciendo con una sonrisa cada día. Por eso vosotros, aquellos que hoy lucháis por ser hombres de uniforme, sabed que la gloria no os espera, ni el aprecio de la gente, ni el reconocimiento ni la comprensión de por que elegís ser lo que sois o hacéis lo que hacéis. Sabed que lo único que os espera es el honor de servir a una patria y a gente que hace mucho olvido que significa la palabra honor. Sin embargo no temo que mis palabras os asusten, pues se en el fondo de mi corazón se que vosotros hombres de uniforme sabéis que no hay mayor dicha en este mundo que ser hombres de honor que luchan por un ideal. Pues morirá vuestro cuerpo y se esfumara de esta tierra vuestra alma, pero el ideal es algo que nunca podrán arrebataros. Nadie nos obliga a ser hombres de honor, pero mi honor hoy me obliga a deciros…. GRACIAS
lunes, 30 de noviembre de 2009
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