Me siento en el umbral de tus ojos y pierdo el miedo,
vuelo y esta noche tengo antojo de anidar en tu pelo
me riego pero me marchito si no te huelo
y me balanceo despacito... empujao desde adentro.
Y aunque a veces vuele bajo, cojo altura si te veo
eres rama eres refugio eres agua en mi desierto...
y aquí ando de nuevo, en la penumbra perdío,
esperando a que vengas y con tu luz pueda ver el camino.
Me echo a sonreír al verte venir con la luna en tu ombligo
y en el aire cultivo palabras que voy a susurrarte al oído...
me siento tan bien que pienso guardar en tarros de miel todo lo vivido
pa cuando no estés, poder untar, con algo dulce el agrio vacío,
que empieza a cocer y esto ya no es igual, ya no es lo mismo, ni parecío
que va, que va.
Otra noche con la misma flor...
y cada noche un aroma y cada noche un color.
Otra noche, envuelto en sus hojas...
su alegría me moja y yo soy esponja que lo absorbe todo,
su alegría me moja y en sus labios se aloja un dulce veneno.
Y empiezo a subir de nuevo p'arriba buscando la vida
me siento tan bien, que voy a construir en el cielo un jardín, sujeto
con pinzas...
donde ir a plantar flores pa reír, cambiar mis temores
por suaves caricias, y en una calá llegar hasta ti,
mezclarme en tu piel sin dejar pistas.
Otra noche con la misma flor
y cada noche un aroma y cada noche un color.
Otra noche envuelto en sus hojas,
su alegría me moja y yo soy esponja que lo absorbe todo...
su alegría me moja y me da pa que escoja puestas de sol.
Y sobre un canchal me siento a flipar
y a recordarte dando paseos...
me dejo llevar hacia tu voz
cierro los ojos pa ver tu careto,
y vuelvo a quemar hierba pa reír
cambiar mis temores por suaves caricias
y en una calá llegar hasta ti
mezclarme en tu piel sin dejar pistas...
sin dejar pistas...
viernes, 13 de noviembre de 2009
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