"Sé que las palabras no pueden mover montañas, pero pueden conmover a la multitud. Eso se ha demostrado una y mil veces. La gente está más que dispuesta a luchar y morir por la palabra adecuada que por cualquier otra cosa. Las palabras conforman el pensamiento, despiertan sentimientos y provocan reacciones. Matan y reviven, corrompen y curan. Si ser iterador me ha enseñado algo es que aquellos que utilizan la palabra: sacerdotes, profetas e intelectuales, han cumplido una función más decisiva en el curso de la Historia que los estadistas o los jefes militares. Si podemos demostrar la existencia de un dios, te prometo que los iteradores gritarán esa verdad desde las torres más altas del universo."
sábado, 13 de junio de 2009
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